lunes, 15 de octubre de 2012

El dinero se va de España

España ha sufrido desde el inicio de la crisis económica una espectacular fuga de capitales que se ha agudizado en lo que llevamos de 2012 como consecuencia de la incertidumbre sobre su capacidad para enderezar las cuentas públicas y la posibilidad de que necesite un rescate de la Unión Europea. El Fondo Monetario Internacional advirtió el pasado miércoles de que se está produciendo una salida de fondos "a gran escala".

Entre junio de 2011 y el mismo mes de 2012 la cifra alcanza los 296.000 millones de dólares, lo que representa el 27 % del Producto Interior Bruto del país. Solo Italia, cuya economía también vigilan de cerca la troika que componen el FMI, la Unión Europa y el Banco Central Europeo, presenta un volumen similar de salida de capitales, aunque en su caso el porcentaje sobre el PIB es inferior, del 15 %.
Según la institución que dirige Christine Lagarde, los inversores extranjeros "están retirándose de la periferia europea", lo que explica en gran medida los flujos, pero en el caso español la fuga está afectando también a otro tipo de inversores ("la base es más amplia") y a bonos corporativos de los grandes grupos empresariales, que se ven afectados de forma indirecta por la rebaja de las calificaciones crediticias a la deuda soberana española.

Pero, ¿dónde va el dinero que sale de España? Según el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres López, Alemania es la gran beneficiada de estos flujos de capitales. El país que dirige Angela Merkel se ha convertido en un gran receptor del capital que abandona España y otros países del sur de Europa. Pese a los bajos tipos de interés de su deuda soberana, la incertidumbre financiera de la Eurozona ha convertido al país germano en refugio de los inversores, a costa de vaciar de capital las economías más necesitadas.

Para ello toma como referencia el Target2, una plataforma que viene a centralizar en dinero de los bancos centrales las operaciones que se llevan a cabo entre los diferentes países. La gráfica que se incluye en esta misma página refleja cómo la entrada de capital en Alemania se ha disparado al tiempo que se desploman las salidas en países como España e Italia. El país del norte de Europa ha recibido al menos 700.000 millones de euros desde el estallido de la crisis financiera e inmobiliaria en 2007. Otras economías que se han beneficiado de ese flujo de fondos, aunque en menor medida, son Bélgica, Holanda o Finlandia.
"No creo que sea difícil deducir que si esta tendencia no se cambiar España está irremisiblemente condenada a la quiebra", afirma Torres López en un post de su web personal. "Una situación, por cierto, que no se resuelve solo "rescatando" a nuestra economía mediante un préstamo porque eso, obviamente, agudizará la asimetría que refleja la imagen".
La elevada fuga de capitales en España refleja que sus altos diferenciales en la deuda soberana no compensan los temores de los inversores sobre la economía española. El bono española a diez años alcanza cupones superiores al 6 %, mientras Alemania ha llegado a colocar emisiones a corto plazo con interés negativo. Esto quiere decir que la actual situación de desequilibrios y turbulencias en la Eurozona les está permitiendo financiarse sin apenas coste, lo que contrasta con la hipoteca futura que la actual crisis va a dejar en las cuentas públicas españolas en forma de abono de intereses.
El problema es que España no puede por sí misma frenar la escalada de fuga de capitales, según explicaba esta semana el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon. "Ni Italia ni España tienen los medios para detener la fuga de capitales", dijo. Este ejecutivo sostiene que es necesario articular un mecanismo cortafuegos para evitar que la quiebra de Grecia. A su juicio esta circunstancia dispararía aún más la fuga masiva de capitales en España e Italia, sin que estos cuenten con mecanismo para evitar que esto ocurra.
José Viñals, consejero financiero del Fondo Monetario Internacional, ha señalado también que el programa de trasferencias directas del BCE debería ser contemplado como "algo real" y no "virtual" y que cada gobierno debe contemplar si recurre al mecanismo. Viñals cree necesario poner sobre la mesa elementos de riesgo compartido para "restaurar la confianza".
Fuente: http://www.levante-emv.com/economia/2012/10/13/capital-fuga-alemania/943633.html

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